Eterno Retorno

Wednesday, November 16, 2011


A propósito de ese territorio maldito de la calle Bucareli, he escrito esto para publicarlo con mis colegas de El Informador. Si te interesa saber un poco más de la historia de la Secretaría de Gobernación, chutáoslo.

Los inquilinos del Palacio de Covián

Por Daniel Salinas Basave

Felipe Calderón ya ha pasado a la historia como el presidente del México contemporáneo que más secretarios de Gobernación ha tenido en su periodo. En los últimos 80 años, ningún presidente mexicano ha tenido cinco inquilinos en Bucareli. Antes del fatídico 11-11-11, Calderón había empatado el record de Lázaro Cárdenas, Miguel Alemán y Ernesto Zedillo, que tuvieron cuatro secretarios en su periodo. Ahora Calderón tendrá, por lo menos, un quinto responsable de la política interna, y tan turbulentos e impredecibles son estos tiempos, que ya no podemos estar tan seguros de que se quedará en cinco. En más de 30 años de gobierno, Porfirio Díaz tuvo tres secretarios de Gobernación: Su suegro Manuel Romero Rubio, su compadre el Manco Manuel González y Ramón Corral. Con el estallido de la Revolución, empezó la época en que los presidentes cambiaban de secretarios de Gobernación como calcetines. En sus fugaces catorce meses de gobierno, el apóstol de la democracia, Francisco I. Madero, tuvo tres secretarios: Abraham González, Jesús Flores Magón y Rafael Hernández. El 19 de febrero de 1913, se dio una insultante opereta que rayó en el ridículo. Traicionado y derrocado por Victoriano Huerta, Francisco I. Madero renuncia a la presidencia y asume el secretario de Relaciones Exteriores Pedro Lascurain. El único acto de gobierno de Lascurain, en su presidencia de 45 minutos, fue nombrar secretario de Gobernación a Victoriano Huerta, para después renunciar con la única finalidad de que el traidor se pusiera automáticamente la banda tricolor. De esta manera, Huerta pasó a la historia como el secretario de Gobernación más efímero, pues su periodo duró si acaso unos 30 minutos. Ya como presidente, enfrentando a sangre y fuego la revolución constitucionalista, Huerta tuvo cuatro secretarios de Gobernación: Alberto García Granados, Aureliano Urrutia, Manuel Garza Aldape y Mariano Alcocer. El record histórico se lo llevó Pascual Ortiz Rubio que en apenas dos años de inestable gobierno tuvo seis secretarios: Emilio Portes Gil, Carlos Riva Palacio, Octavio Mendoza González, Lázaro Cárdenas del Río, Manuel Téllez y Juan José Ríos. Los presidentes con mayor estabilidad en Bucareli han sido Luis Echeverría Álvarez y Miguel de la Madrid. Ambos tuvieron un solo secretario en el periodo. Con el hombre de la guayabera trabajó Mario Moya Palencia y para el tecnócrata de la renovación moral trabajó Manuel Bartlett Díaz. Ernesto Zedillo tuvo cuatro secretarios: Esteban Moctezuma, Emilio Chuayfett, Francisco Labastida Ochoa y Diódoro Carrasco. Vicente Fox sólo tuvo dos: Santiago Creel y Carlos Abascal. Felipe Calderón ya lleva cinco: Francisco Ramírez Acuña, Juan Camilo Mouriño, Fernando Gómez Mont, Francisco Blake Mora y su sucesor. Por lo pronto el encargado de despacho es Juan Marcos Gutiérrez. Se dice que el Palacio Covián en la calle Bucareli es la antesala de Los Pinos. La historia dice que diez secretarios de Gobernación, han sido presidentes de México: Manuel González, Victoriano Huerta, Roque González Garza, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Lázaro Cárdenas del Río, Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortinez, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría. El hombre de la guayabera fue el último secretario de Gobernación que logró saltar de Bucareli a Los Pinos. Desde entonces el Palacio de Cobián parece estar maldito, aunque tiradores y suspirantes ha tenido de sobra: Mario Moya Palencia, Manuel Bartlett, Francisco Labastida Ochoa y Santiago Creel. De ellos, sólo Labastida alcanzó a ser candidato, mientras que el resto se quedaron en precandidaturas o simples aspiraciones. Se daba por hecho que Juan Camilo Mouriño sería aspirante, pero murió muy pronto. La ley de la gravedad arrebató dos secretarios de Gobernación a Felipe Calderón. A la fecha, es tal vez el único mandatario en la historia del mundo que ha perdido dos ministros del interior por accidentes aéreos en un mismo periodo. Los demonios del aire andan sueltos.