El final es en donde partí
Sí, el final es en donde partí y aunque no me creas, siempre supe que no sería eterno, que acabaría por consumarse de esta forma, si bien algunas veces amenazó con perpetuarse. El ciclo se cierra en decenio: 1999-2009 ¿Se les ocurre algún epígrafe con la dosis necesaria de humor negro requerida en estos casos? A mí no se me ocurre, aunque honestamente me gustaría burlarme. Hoy, en el sentido más literal de la palabra, no tengo cabeza. ¿La recuperaré mañana? Casi la cuarta parte de mi existencia navegando en un barco a la deriva que alguna vez me hizo alucinar con tierra firme. Iluso.
Quién pudiera transformar en palabra escrita el torrente de ideas nunca expresadas, asir los minutos muertos, los pensamientos evaporados sobre las huellas de infinitas caminatas olvidadas. Perpetuar el éxtasis inconcluso.
Esto se acaba, se acaba para siempre, simplemente llega a su final. Un final anunciado, predecible, que no sorprende en absoluto y del que sólo resta desear no se transforme en kafkiana agonía y que termine tan súbitamente como comenzó.
Sí, el final es en donde partí y aunque no me creas, siempre supe que no sería eterno, que acabaría por consumarse de esta forma, si bien algunas veces amenazó con perpetuarse. El ciclo se cierra en decenio: 1999-2009 ¿Se les ocurre algún epígrafe con la dosis necesaria de humor negro requerida en estos casos? A mí no se me ocurre, aunque honestamente me gustaría burlarme. Hoy, en el sentido más literal de la palabra, no tengo cabeza. ¿La recuperaré mañana? Casi la cuarta parte de mi existencia navegando en un barco a la deriva que alguna vez me hizo alucinar con tierra firme. Iluso.
Quién pudiera transformar en palabra escrita el torrente de ideas nunca expresadas, asir los minutos muertos, los pensamientos evaporados sobre las huellas de infinitas caminatas olvidadas. Perpetuar el éxtasis inconcluso.
Esto se acaba, se acaba para siempre, simplemente llega a su final. Un final anunciado, predecible, que no sorprende en absoluto y del que sólo resta desear no se transforme en kafkiana agonía y que termine tan súbitamente como comenzó.