Nakasendo
Desde hace algún tiempo el 23 de agosto fue marcado como uno de los días clave del viaje, pues nos aguardaba el reto de internarnos en lo profundo del bosque y emprender la Ruta Nakasendo o Antigua Ruta del Samurái. Al principio costó trabajo, pues comenzamos cuesta arriba con puras laderas bastante escarpadas, pero al final completamos los 10 kilómetros hasta llegar a la antigua posada en medio del camino donde estamos pernoctando. Cientos de años antes de los trenes, este fue el camino montañés de los Samurái que iban y venían de Kyoto, capital imperial. Los caminos y veredas son los mismos de hace siglos y muchos de los árboles también. El bosque está embrujado. No solo lo habitan los osos, sino los espíritus de tantísimos Samurái que en su espesura se internaron. Reto superado. Llegamos molidos pero contentos.