Las tardecitas de Buenos Aires tienen... La luna no se cansa de bajar por Callao.

El Malbec es cada vez màs rico y el Parque Rivadavia en fin de semana es un pedazo de paraìso para un rastreador de libros.
La vida està en otra parte, dice Kundera. La nuestra està aquì, en la Primavera Porteña. El zoològcio de Palermo en una mañanita de viernes, caminar Libertador al atardecer, beberte una cerveza en la Plaza Dorrego, navegar el delta del Tigre (de Paranà y Lujàn, no de la UANL)
Partidazo èpico el que nos regalò ayer por la tarde River, que aplastò sin piedad 5-0 al San Lorenzo en un èpico clàsico pasado por agua. Digno recibimiento para mi primera visita al Monumental de Nuñez. Los Aires soplan Buenos en esta Primavera.